martes, junio 20, 2006

Dignidad


La dignidad de una postura correcta, de participar socialmente de un encuentro con amigos, la autonomía en sus quehaceres, la integración en grupos de trabajo con otras personas, el desarrollo de aptitudes y potenciales que aún subsisten en las personas más impedidas, son algunas de las tareas que cada día y a lo largo de años, los Pedagogos curativos llevan a cabo.
Debemos aprender a ver al mundo a través de sus ojos, a escuchar con sus oídos, a sentir en la piel sus emociones.

También


Cuando conocí las habituales líneas de investigación médica, siempre sentí que debía ajustar de tal manera el foco de la atención sobre uno o dos valores precisos, por lo que necesariamente limitaba mi perspectiva a considerar el todo, que, como unicidad, se manifestaba abiertamente.
Todo abordaje de un paciente cambia cuando la imagen del Hombre, crece.
He aprendido los mecanismos del llanto, conozco el ojo, las glándulas lacrimales, el agua y la sal; recientemente, los neurotransmisores, que a modo de una marea virtual, enrarecen la relación entre las neuronas y los gráficos de Resonancias magnéticas y de actividad cerebral. Sin embargo, conozco más acerca de la condición humana a través del arte.
El mundo está allí, siempre será lo que elijamos ver: la sal de la lágrima o ver también al niño que llora y su biografía, descubrir allí nuestro propio llanto, y trabajar en la búsqueda de cómo trascenderlo, e irradiarlo como “Hombre que ayuda al Hombre”.

sábado, junio 17, 2006

El Yo



El Dr.Steiner decía: “No importa lo que el maestro haga, lo que importa es aquello que el maestro es”.
Promover en las Instituciones el compromiso individual, significa incentivar el desarrollo de todas las capacidades que existan en forma de recursos del Yo de los Pedagogos Curativos, terapeutas artísticos, médicos y colaboradores, por un lado, y los propios del Yo de cada persona especial.
Esos recursos siempre estuvieron allí, parte de nuestro trabajo es que dejen de ser ignorados, ocultos, para ser poco a poco ejercitados mediante el trabajo artístico y meditativo. Acompañarnos en este descubrimiento, con adecuado sentimiento de camaradería, es una tarea delicada y profunda a la vez.
Como todo quehacer personal, requiere de nosotros una cierta impecabilidad, y, por sobretodo, buen humor.
La paciente labor del Pedagogo, se desarrolla con los mismos recursos que un artista emplearía. Su propio entusiasmo reclamará el interés del Yo de la persona a su cuidado.

jueves, junio 15, 2006


Dr. Rudolf Steiner. Año 1.908.


Paciencia, Perseverancia, Resistencia.

Es claro que muchos terapeutas son sensibles, también, al dolor y al sufrimiento, sin embargo, sus metodologías suelen partir de una concepción del Hombre en el que el pensar y la conducta son los únicos objetos de estudio, aquellos que son pasibles de ser modificados. Surge pues la incoherencia entre aquello que la “persona especial” sigue produciendo y la modificación de su conducta ahí afuera, como si ello fuera curativo. En realidad se adecua la conducta a ciertos códigos de convivencia pero no surge o expresa la propia de dicha persona. Ese es el hilo que tomamos para ingresar, poco a poco, en su interior. Trabajamos en Escuelas, pero nuestro lugar de trabajo, es el alma del alumno.
Creo que la urgencia con la que habitualmente se vive en el mundo moderno, impide que puedan valorarse los resultados de este modo de ver la imagen del Hombre. ¿Se habrá privilegiado en los estudios científicos el tiempo de respuesta esperada?
Acostumbro decir que con cada persona especial que llega a nuestras instituciones, iniciamos un largo camino, tanto como el de plantar árboles añosos, que no darán tempranamente sus frutos. Paciencia, perseverancia y resistencia, decía el Dr. Rudolf Steiner, serán el sostenimiento de nuestras intenciones pedagógicas.

miércoles, junio 14, 2006

¿Cómo ayudar?
Los antiguos sufíes decían que si pudiera definirse una sola obligación para el Ser Humano, esta sería la de evolucionar, mejorar.
Para ello, nuestro camino hacia un mejor servicio Pedagógico curativo, nos lleva en primera instancia a cultivar la vocación del conocimiento de nosotros mismos.
Estudiar en profundidad la constitución trimembre que llamamos: cuerpo-mente-espíritu y tomar conocimiento de la visión de la Ciencia natural sobre nuestra constitución humana normal o sana y las consiguientes leyes que rigen su “ser y estar” en el mundo.
Este primer gesto es necesariamente hacia nuestro interior. En tiempos antiguos se expresaba como el sitio de ocurrencia de una sutil alquimia, la que involucraba al alma humana en el proceso de transformación evolutiva.
En segundo término, comenzamos a desarrollar nuestra capacidad de reconocer en el prójimo aquello que hemos descubierto en nosotros mismos.
Aquí, en un segundo gesto hacia fuera, estamos abiertos al mundo y el mundo, al ser mejor comprendido, se nos muestra con mayor integridad.

martes, junio 13, 2006


Terry Schiavo.
El cientificismo que impera en las instituciones pedagógicas del así llamado primer mundo, suele estigmatizar a las personas especiales de acuerdo a sus déficits o impedimentos, tanto sensitivo-motores, como sensoriales o mentales. En el ultimo año el mundo presenció con estupor de qué manera la Señora Terry Schiavo, en E.E.U.U., fue abandonada en sus necesidades más elementales de cuidado y alimentación, muriendo por inanición. El motivo que expertos en Salud Pública y Bioética han esgrimido con gran astucia se han centrado en que pacientes como ella, ya no piensan. Por otro lado, los economistas han alegado que si esto prosperara en otros miles de casos de asistencia de pacientes afectados por secuelas de parálisis cerebral, el Estado norteamericano se vería beneficiado con un ahorro considerable.
Nosotros, decidimos ayudarlos por una única e incuestionable razón: Porque viven.

Hombre ayudando al Hombre. Cómo te lo digo? (Foto: Juan Korth).

lunes, junio 12, 2006

El mundo que encuentran.
El mundo vive tiempos de fundamentalismos, dirigentes políticos son acusados abiertamente de comportamiento autista. El sectarismo y la exclusión alcanzan a diversas corrientes religiosas y políticas; las autonomías regionales pugnan por desvincularse de sus Estados. En cada hogar, un televisor se muestra ante los niños como un habitante más, que habla y no escucha. Padres que comen mirando su computadora, sin escuchar la pregunta de sus hijos, sin atención, y luego sin memoria. Poco a poco, aquellos conceptos que el niño vivenciaba con naturalidad en su alma, comienzan a perder su contenido, a disgregarse su significado.
Mientras tanto, en la vida cotidiana, la sociedad parece polarizarse en sus actitudes, piensa, siente y actúa como una mera reacción que surge más de la simpatía o antipatía para con el mundo, que de un juicio ecuánime, propio. Este es el caso en el que hablaríamos de verdadera acción, pues nace del Yo.

domingo, junio 11, 2006




La Imagen del Hombre

¿Cuándo se comprenderá que el fin de nuestro estudio es el Hombre y que como ser multidimensional merece también un abordaje amplio y libre de prejuicios?
¿Por qué se pone el énfasis en el tipo de herramienta o método de estudio o medicamento a emplear si sólo son “medios” para la curación?
La incansable fruición por inventar más tecnología para estimular no ha podido beneficiar más que a unos pocos. La búsqueda de la panacea o la masificación de tratamientos en asociaciones de personas especiales, tampoco han alcanzado a satisfacer sus “necesidades”, digamos que resultan más atractivos para satisfacer los “deseos” de su entorno, el que pide mejor conducta. No niego la utilidad de ciertos logros que el conductismo ha traído a nuestro ámbito de trabajo, sólo siento que no los estoy ayudando a ser protagonistas de su propia vida.
Preguntarnos el por qué de que aún hoy se hable de los enigmas del Autismo, del Déficit atencional, de las psicosis, etc., nos debería llevar a formular la pregunta: ¿Cuál es mi Imagen del Hombre?

sábado, junio 10, 2006

Lo que nos dicen.

A menudo descubrimos que “ellos” son nuestros maestros. Ponen en evidencia nuestras dificultades de
desarrollo anímico. A veces nos encuentran deprimidos, frustrados o sumidos en nuestros pensamientos. Si lo vemos con la debida perspectiva, que sólo la autocompasión nos permite tomar, advertimos que nuestro crecimiento en años, no siempre ha sido acompañado por una madurez uniforme. Descubrimos además, que nuestro pensar es una actividad que llega a eclipsar los sentimientos, los suprime en demasía. Otras veces los altera, y la agitación se hace evidente en la voluntad.
Hay un momento mágico que se nos brinda como una efímera brecha en la que las miradas se encuentran, pero estas cosas en general se desestiman pues no son científicas o bien porque no se sabe qué misterio vive allí.
Nuestro trabajo y convivencia con las personas especiales, implica que nuestro servicio sea aquello que nace en nuestra alma, no nace “ahí” afuera, nos valemos de un método, pero no "somos" el método.

domingo, junio 04, 2006



Hombre ayudando al Hombre.

Todos recordamos a ese maestro de nuestra niñez, que alcanzó el merecimiento de la veneración y el respeto por su calidad humana, y que se ha conformado en modelo que alimenta nuestra esperanza de que, es posible, aún en estos tiempos, la noble tarea de educar con amor y verdadera actitud de servicio por los niños.
En las escuelas, el niño rara vez ha sido el destinatario del servicio pedagógico, en todo caso, nos han habituado a conformar a nuestros docentes. 
Tanto nos han condicionado a lograr la aprobación, que paradojalmente, se ha reforzado la conducta de servir a la autoridad del maestro, de tal manera que el actuar para conformar a los otros, ha podido desplazar, insensiblemente, la natural disposición infantil por aprender a través del asombro y del entusiasmo. Si estos estados espirituales, vibran genuinamente en el alma del niño, comienzan a abrirse ante él, las puertas del entendimiento y de la comprensión de tres valores primordiales: bondad, belleza y verdad. Confiando, relajadamente, en que el maestro está interesado en enseñarle a través de la alegría del descubrimiento de los misterios de la naturaleza y no por miedo a ser reprobado. 
En el trabajo con personas necesitadas de cuidados especiales, se ha subestimado por demás la capacidad de percepción y aprovechamiento de los contenidos pedagógicos. No es extraño que aquellos que consideran los impedimentos como un límite, se resignen a un acompañamiento de lo que no tiene remedio.
Quienes estudiamos y trabajamos en Pedagogía Curativa y Terapia Social, contamos positivamente con lo que hay, y sostenemos que las posibilidades de superación, (física, anímica o espiritual), inherentes a todo ser humano, están ahí para ser ejercitadas. Para ello, habremos de crear situaciones de trabajo que involucrarán a las personas especiales en procesos creativos.