jueves, octubre 05, 2006

El arte como elemento de formación de la personalidad

El primer principio en la formación es de contribuir al desarrollo individual para que surja una esfera en el estudiante que se halla entre el contenido teórico y la experiencia práctica. En esta región del medio, una realidad puede ser evaluada cualitativamente, una situación puede ser interiorizada y, con ello, individualizada. Esto evita el peligro de que se genere en este ámbito el tipo de ‘corto circuito’ que surge cuando el conocimiento teórico se aplica en la práctica en forma demasiado inmediata, puramente automática o mecánica.
La función formativa produce lo siguiente:
.Un despertar a las esferas cualitativas en los distintos campos de los sentidos, y al desarrollo de una sensación más sutil hacia dichas cualidades;
.El desarrollo de la movilidad, tanto física, (destreza), como también anímica, por el hecho de que uno practica el poner en relación los distintos elementos del sustrato artístico; el desarrollo del sentido de la composición en el ámbito cualitativo;
.El desarrollo de la creatividad, no sólo de una creatividad caótica sino de una creatividad dirigida, que capacita el actuar a partir del conocimiento y bajo la consideración de las leyes que pertenecen a los distintos ámbitos artísticos y el actuar con ellos en forma creativa y relacionada con la situación;
.El confrontarse con los propios límites personales, (resistencia interior, inhabilidad, etc.) en una u otra de las artes que puede ser experimentada como la “propia discapacidad”; entonces, es posible aprender cómo llevar a cabo las transformaciones en uno mismo para superar estos límites, y esto ayuda a resolver la resistencia interior. La transformación no sólo está enteramente en nuestras manos sino que podemos crear las condiciones para ella.
.Así, los estudiantes aprenden a conocer un dolor que crece desde el interior a causa de uno de sus propios factores discapacitantes; ellos entienden cuán importante es el gesto de empatía y de una compasión más objetiva en la relación social educativa o pedagógica. Aprende también una especie de “ ejercitación en seco” y en relación a su propia persona, (su propia inhabilidad), el gesto acompañante fundamental que corresponde a toda forma de ayuda en problemas del desarrollo y/o a todo acompañamiento en situaciones de crisis. 
Las actividades artísticas complementan las materias con orientación teórica y abren al estudiante un camino para el autoconocimiento y la autoeducación, para poder más tarde brindar el cuidado anímico correspondiente.
Association La Branche, Epalinges. (Suiza).
Jean Claude Hucher.