La dignidad de una postura correcta, de participar socialmente de un encuentro con amigos, la autonomía en sus quehaceres, la integración en grupos de trabajo con otras personas, el desarrollo de aptitudes y potenciales que aún subsisten en las personas más impedidas, son algunas de las tareas que cada día y a lo largo de años, los Pedagogos curativos llevan a cabo.
Debemos aprender a ver al mundo a través de sus ojos, a escuchar con sus oídos, a sentir en la piel sus emociones.