lunes, junio 12, 2006

El mundo que encuentran.
El mundo vive tiempos de fundamentalismos, dirigentes políticos son acusados abiertamente de comportamiento autista. El sectarismo y la exclusión alcanzan a diversas corrientes religiosas y políticas; las autonomías regionales pugnan por desvincularse de sus Estados. En cada hogar, un televisor se muestra ante los niños como un habitante más, que habla y no escucha. Padres que comen mirando su computadora, sin escuchar la pregunta de sus hijos, sin atención, y luego sin memoria. Poco a poco, aquellos conceptos que el niño vivenciaba con naturalidad en su alma, comienzan a perder su contenido, a disgregarse su significado.
Mientras tanto, en la vida cotidiana, la sociedad parece polarizarse en sus actitudes, piensa, siente y actúa como una mera reacción que surge más de la simpatía o antipatía para con el mundo, que de un juicio ecuánime, propio. Este es el caso en el que hablaríamos de verdadera acción, pues nace del Yo.