miércoles, junio 14, 2006

¿Cómo ayudar?
Los antiguos sufíes decían que si pudiera definirse una sola obligación para el Ser Humano, esta sería la de evolucionar, mejorar.
Para ello, nuestro camino hacia un mejor servicio Pedagógico curativo, nos lleva en primera instancia a cultivar la vocación del conocimiento de nosotros mismos.
Estudiar en profundidad la constitución trimembre que llamamos: cuerpo-mente-espíritu y tomar conocimiento de la visión de la Ciencia natural sobre nuestra constitución humana normal o sana y las consiguientes leyes que rigen su “ser y estar” en el mundo.
Este primer gesto es necesariamente hacia nuestro interior. En tiempos antiguos se expresaba como el sitio de ocurrencia de una sutil alquimia, la que involucraba al alma humana en el proceso de transformación evolutiva.
En segundo término, comenzamos a desarrollar nuestra capacidad de reconocer en el prójimo aquello que hemos descubierto en nosotros mismos.
Aquí, en un segundo gesto hacia fuera, estamos abiertos al mundo y el mundo, al ser mejor comprendido, se nos muestra con mayor integridad.

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