domingo, octubre 15, 2006

Madre.

(Yashoda con su hijo Krishna.)
Madre.
Cuando caminaba por tu suelo,
Su delicadeza me demostraba cuán tosco era yo al pisarlo.
Cuando sentía la fragancia de tu jardín,
El me decía: ¿dónde está el tuyo?
Cuando giraba mi cabeza para verte, sólo sabía que el movimiento
Me llevaba de regreso a tí.
Si te miraba,
Era por que volvía a tí.
Cuando la fe me abandona, mi mirada sube sola en busca de tus señales.
Cuando recupero la fe, soy Hombre otra vez y puedo ver que aquellas nubes
Son una cabeza que sonríe,
Aquella otra, ensimismada, expresa compasión por mi candidez,
Y esas manchas blanquísimas
Se vuelven alas,
Y frente a ellas, dos manos
Quieren estrecharse con las mías.

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