El punto de vista antroposófico da una comprensión diferenciada de los distintos ámbitos constitucionales y de la forma de la naturaleza humana. Para así conocer su diversidad, su manera de funcionamiento y sus leyes.
Las correspondencias citadas más abajo entre la disciplina artística y la constitución humana, pueden llevarnos a la construcción de un sentido que sea adecuado para una percepción diferenciada de las particularidades en la persona necesitada de cuidados anímicos.
-El modelado, estimula el desarrollo de un sentido de la naturaleza esencial y el estado en el que se encuentran las fuerzas vitales que están entroncadas en el cuerpo físico y que le dan a este cuerpo su forma característica.
-La pintura, ayuda a desarrollar un sentido por las fuerzas vitales que surgen en la esfera del alma donde producen y refuerzan las fuerzas imaginativas en todas sus formas (fantasía, imaginación, creatividad, etc.).
-El hacer música, ayuda a desarrollar un sentido para los poderes sensorios que están activos en la esfera inconsciente del alma. Nos ayuda a aprender a diferenciar (a “escuchar”), desde qué esfera del alma proviene una expresión particular, un estado de ánimo o un afecto.
-El habla desarrolla un sentido para las fuerzas expresivas del núcleo de nuestra personalidad. Este sentido nos hace conocer hasta qué punto la persona articulada se puede comprender como portador de sentido, y puede volverse activo en las esferas síquicas, fisiológicas y físicas de su ser.
Encontrar la cualidad de los colores, de las formas, de los sonidos, de la palabra, del gesto y los movimientos en la práctica del arte, debería posibilitarnos desarrollar una percepción diferenciada hacia aquellos que necesitan cuidados en relación a su cuerpo y a su alma.
Association La Branche, Epalinges, (Suiza).
Jean Claude Hucher.
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